Indicadores de éxito

El alumnado con TDAH necesita ser parte del grupo, incluirse dentro de la dinámica del aula y del sistema educativo. Existe una series de indicadores que reflejan, o nos ayudan, a constatar el éxito que pueden tener esto a la hora de realizar esta integración o adaptación en la rutina escolar.

El alumnado necesitará adaptaciones singulares que respondan a sus necesidades individuales, al igual que el resto de alumnos/as, pero en su caso con mayor complejidad. Para esto es necesaria la formación del docente y los servicios sociales que puedan apoyar a la familia. De esta forma podemos ser conscientes de que el alumno o la alumna necesitará una metodología más activa y podríamos enfocar nuestra práctica educativa a través de rincones o mediante grupos cooperativos donde desarrolle sus habilidades personales. Por su parte, en el ámbito familiar se podrían enfocar los aprendizajes en centros de interés relacionados con los gustos del niño/a. Aprovechando esta ventaja, se podrán desarrollar otros aprendizajes básicos partiendo de ello.

A nivel de centro, todo debe estar señalizado y las instrucciones han de ser claras. Así se le puede dar autonomía, dejándole que cumpla de forma autónoma directrices o que se involucre de forma creativa en talleres donde asuma parte de responsabilidad. En el recreo se intentará dinamizar este espacio para facilitarle la integración al grupo a través de dinámicas donde él/ella pueda involucrarse de forma positiva.

El éxito se verá reflejado en la integración del menor a nivel social y en la evolución académica abordando los diferentes aprendizajes propios de su madurez cognitiva.

En resumen, la importancia de que conozca sus propias posibilidades y las personas cercanas a él/ella también, es fundamental para lograr el éxito de su desarrollo personal.